Según nos contaba en una entrevista recientemente el doctor Pedro Antonio Cascales, autor de la obra, Medicina y cirugía del aparato digestivo "tiene la intención de ser el manual de refencia para estudiantes y docentes". Este título cubre los elementos necesarios para dominar la materia, además de introducir los conocimientos más vanguardistas en las especialidades médicas y quirúrgicas del aparato digestivo. Además, "cuenta con material gráfico, material clínico y de autoevaluación que creemos es fundamental hoy en día", destaca el propio doctor.
Hace escasas fechas os mostrábamos el poder visual y pedagógico de esta obra a través de una infografía sobre la anatomía quirúrgica del hígado: los segmentos hepáticos. Hoy repetimos ejercicio con estos apuntes sobre los factores de riesgo relacionados con el desarrollo del cáncer gástrico.
Neoplasias gástricas malignas
El cáncer gástrico suele afectar más frecuentemente a hombres de edad media y avanzada. En torno a un 10% de los casos tienen agregación familiar, aunque únicamente entre el 1 y el 3% de ellos son realmente tumores hereditarios. Son más frecuentes en países desarrollados de Latinoamérica, en el centro y el este de Europa y, especialmente, en países del este asiático (China o Japón). Los factores de riesgo para su desarrollo son la influencia genética, los agentes infecciosos y ambientales (infografía). Actualmente, con el aumento de la obesidad y el reflujo gastroesofágico, se ha incrementado la incidencia de los tumores localizados en la unión esofagogástrica.
Histología: La mayor parte (90%) son adenocarcinomas, con sus posibles variantes papilar, tubular, mucinosa y en células en anillo de sello. Existen otros tipos histológicos como el carcinoma adenoescamoso, el de células escamosas, el de células pequeñas, los linfomas no hodgkinianos, los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) y los carcinoides, entre otros.
Diagnóstico: En general suelen ser asintomáticos. Algunos países con una alta incidencia (orientales) tienen establecidos unos sistemas de detección precoz. El paciente puede referir síntomas dispépticos, epigastralgia, náuseas y vómitos, hematemesis, melenas o síntomas secundarios a la anemia. En estadios más avanzados puede aparecer un auténtico síndrome constitucional. La exploración física, que suele ser normal, puede reflejar signos de infiltración local (masa epigástrica) u otros como hepatomegalia, ascitis, adenopatías supraclaviculares (ganglio de Virchow) o un nódulo umbilical duro (nódulo de la hermana María José).
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