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El proceso formativo en Ciencias de la Salud

Planificando la mejor educación en cada etapa

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Proceso Formativo

Tabla de Contenidos

  • Introducción: planificar la mejor educación en cada etapa del proceso formativo en Ciencias de la Salud.

  • ¿Cómo aprendemos?

  • Evaluación inicial: cómo realizar la caracterización de los estudiantes.

  • Mentorización, potenciar y acompañar para conseguir el éxito.

  • Memorización a largo plazo y práctica espaciada.

  • Estándares para la educación médica en el grado: 10 claves para el futuro.

  • Recursos para Docentes de Ciencias de la Salud.

El proceso formativo en Ciencias de la Salud: planificando la mejor educación en cada etapa

¿Cómo potenciar el desarrollo integral de los futuros profesionales?

Actualización, mayo 2023

En Elsevier hemos diseñado este espacio para docentes de la Salud, enfocado en la planificación integral del proceso formativo. Aquí encontrarás claves para establecer una relación responsable y respetuosa entre profesor y estudiante, en el cambiante entorno educativo de Ciencias de la Salud. Contenidos para despertar la atención y las emociones, motivar a tus alumnos y apoyarlos en cada etapa de su experiencia estudiantil. Te ayudamos a estimular el gran potencial de cada uno de tus estudiantes, en un estado de equilibrio entre la adquisición de conocimiento, experiencia clínica y desarrollo personal. Un compendio de estrategias para desarrollar la empatía de los futuros médicos con guías para acompañarlos a conseguir el éxito.

  • Tipos de aprendizaje.

  • Modos de caracterización.

  • Guías de mentorización para cada etapa.

  • Claves para mejorar la formación docente.

  • Herramientas para motivar, apoyar y estimular a los estudiantes.

Docencia

Docencia

¿Cómo aprendemos?

Paradigmas de aprendizaje en la educación médica

Elsevier apuesta por crear los escenarios y rutinas educativas adecuados para que nuestro cerebro aprenda mejor. Hablamos de que los estudiantes afiancen la adquisición de nuevos conocimientos a largo plazo, pero también de que los profesores enseñen mejor. De poco sirve perpetuar una dinámica docente enmascarada por nuevas tecnologías si no se cuenta con las herramientas adecuadas.

El profesor, dentro de su estrategia docente, debe instruir, o al menos informar a sus estudiantes sobre las líneas generales de un método correcto de estudio que se vincule con su dinámica docente en el aula.

Illustration des paradigmes de l'apprentissage dans l'éducation médicale

Illustration des paradigmes de l'apprentissage dans l'éducation médicale

El paradigma tradicional

La experiencia nos dice que el paradigma de la Educación Médica en el Grado en Medicina se ha basado tradicionalmente en la clase magistral y la práctica clínica del estudiante; se lleva a cabo una transmisión de conocimientos unidireccional. Esta dinámica está vinculada, en la mayoría de escenarios, a planes de estudio de estructura compleja, a una falta de tiempo del profesorado y al uso de herramientas inadecuadas. ¿Y si consiguiéramos aplicar los conceptos en los que se basa la Neuroeducación a la actividad académica diaria? ¿Qué ocurriría si el esfuerzo fuese dirigido a fortalecer las vías de aprendizaje? ¿Podríamos tener un impacto similar fuera del aula?

El estudiante se dedica a realizar lecturas de repetición y a subrayar y, eventualmente, en cada una de las asignaturas, opta por una práctica de iteración  masiva hasta el agotamiento con el fin de memorizar. Sin alternar conceptos, sin el diseño de una sistemática eficaz, asumiendo que cuanto más tiempo y más conocimientos, mejor resultado. Estudiar leyendo y repasando conceptos resulta muy eficaz si se busca un éxito inmediato, pero es muy poco rentable a largo plazo.

El paradigma actual

El profesor tiene que actuar como fuente de estímulos, inspiración y confianza. Debe asumir el rol de coordinador, definiendo objetivos, identificando debilidades y asegurando los elementos estratégicos idóneos para fortalecer la actividad en el aula y en las prácticas, como son la colaboración, la comunicación, la autonomía, la iniciativa, el pensamiento crítico y el desarrollo de la creatividad, en un contexto de igualdad y libertad en oportunidades.

Los estudiantes tienen que liderar su propio proceso de aprendizaje asumiendo responsabilidad e implicación, no solo a la hora de alcanzar los objetivos de evaluación y poner en práctica los conocimientos y habilidades adquiridos, sino también para generar un feedback constructivo durante el proceso. Los buenos profesores emocionan y los buenos estudiantes pasan a la acción.

La experimentación con formas de trabajo cooperativo, evaluación sistemática, flipped classroom y la contextualización clínica aproximan a profesores y estudiantes a un aprendizaje basado en la transferencia y contratransferencia que implica un importante componente emocional y reflexivo, con el desarrollo de habilidades psicosociológicas y cognitivas: del profesor al estudiante y viceversa. Ambas partes deben ser activas y estar sincronizadas.

Evaluación Inicial

Cómo realizar la caracterización de los estudiantes

La evaluación inicial, también denominada evaluación diagnóstica, es el método a partir del cual podemos realizar una caracterización de los estudiantes. Tenemos la oportunidad de conocer su esencia y no limitarnos únicamente a evaluar los conocimientos que han adquirido. Es una herramienta habitual en las pruebas de idiomas, la determinación de la condición física y en los entornos escolares o de bachillerato, siendo menos frecuente en el ámbito académico universitario.

Funciones de la evaluación inicial

Funciones de la evaluación inicial

Estas pruebas responden a estándares cuantificables sobre conocimientos o destrezas concretas, pero ¿qué hay de aquellas capacidades que escapan de los baremos y que conforman factores determinantes para nuestro aprendizaje? Hoy día incluso se habla de inteligencias múltiples con el fin de definir la inteligencia como una capacidad a partir de la diversidad de capacidades intelectuales, emocionales y sociales.

…hemos sido demasiado dependientes del lenguaje y del pensamiento lógico, y no hemos prestado la atención suficiente al pensamiento intuitivo que desempeña un papel tan importante en nuestra comprensión del mundo” James Lovelock (1919-2022)

Las evaluaciones iniciales en Ciencias de la Salud, especialmente en los cursos clínicos, tienen un valor añadido de gran importancia. Los estudiantes deben saber por qué y cómo realizar una anamnesis correcta; deben poseer las habilidades necesarias de comunicación verbal y no verbal con el paciente; tienen que demostrar tener el criterio suficiente para discriminar la información que llega a sus manos; deben conocer los protocolos de exploración física y tienen que conocer las normas éticas y la normativa legal que deben cumplir en entornos sanitarios y de contacto con los pacientes.

Es difícil, pero importante, dejar la subjetividad a un lado, y tratar de definir la puesta en marcha de un plan docente a partir del análisis de tres aspectos básicos que establecen cómo los estudiantes hacen frente a su propio proceso de aprendizaje activo, y a la vida en general:

  • Conocimientos: aquellos que el alumno ha aprendido e interiorizado, más allá de la memorización, tras un proceso de reflexión (inconsciente la mayoría de veces) y que ha incorporado a su sabiduría, o a partir de los cuales ha desarrollado nuevas habilidades o capacidades.

  • Pensamiento: capacidad racional de integrar la información en un proceso cognitivo crítico, teniendo en cuenta aspectos que puedan interferir. El ambiente y la propia personalidad del estudiante son factores con un gran impacto.

  • Conducta: ejecución de aquellas decisiones que se toman durante el proceso de maduración de ideas y adquisición de nuevos conocimientos. Debe estar sincronizada y ser coherente con los pensamientos.

Cómo llevar a cabo la evaluación inicial

La evaluación diagnóstica es la fase inicial del Diseño Instruccional (ID, por sus siglas en inglés). Es una herramienta idónea para evaluar el nivel de conocimientos de los estudiantes, pero también para conocer su nivel de madurez, su capacidad en la toma de decisiones y el grado de implicación. La evaluación inicial es útil para poner en contexto, diseñar e implementar el plan docente y las estrategias de aprendizaje adecuadas de una asignatura.

Debe desarrollarse de forma coordinada entre los diferentes departamentos implicados en la docencia de un grado académico, ahorrando en esfuerzos y visualizando objetivos comunes como: identificar las debilidades y las fortalezas del grupo de estudiantes, definir los recursos necesarios y optimizar la gestión del tiempo. Se puede realizar al inicio del curso académico, al comenzar un nuevo bloque de temario o al inicio de las prácticas clínicas, pero también en temas o seminarios específicos. El objetivo es recopilar toda aquella información que pueda ser de utilidad para mejorar el proceso de aprendizaje, y que además pueda ser de utilidad para desarrollar una línea de investigación en Educación Médica.

La evaluación diagnóstica es la fase inicial del Diseño Instruccional (ID, por sus siglas en inglés). Es una herramienta idónea para evaluar el nivel de conocimientos de los estudiantes, pero también para conocer su nivel de madurez, su capacidad en la toma de decisiones y el grado de implicación. La evaluación inicial es útil para poner en contexto, diseñar e implementar el plan docente y las estrategias de aprendizaje adecuadas de una asignatura.

Pero la práctica nos indica que, incluso en los cursos más avanzados, existen muchas dudas, errores e inseguridad. Los factores involucrados pueden ser muchos, pero debemos depurar el método docente y de aprendizaje para asegurar los objetivos. Es necesario conocer a nuestros estudiantes y saber si ponen en práctica un pensamiento crítico, si su toma de decisiones es coherente o responde a miedos o estereotipos, si su creatividad e intuición están involucradas en la resolución de problemas, y cuáles son sus conocimientos transversales (de otras materias y áreas de conocimiento).

Factores fundamentales a tomar en cuenta

La trayectoria de los estudiantes es un factor de gran importancia y frecuentemente ignorado. La edad, las aficiones, los estudios previos, las responsabilidades familiares o la experiencia y ocupación laboral pueden definir, hasta sorprendernos, la motivación, la dedicación, los hábitos, la disciplina y las capacidades de los estudiantes. Es imprescindible una intervención precoz de caracterización de los alumnos. La Icahn School of Medicine del Hospital Mount Sinai (Nueva York) fue pionera, poniendo en marcha en 1987 el programa de Humanidades y Medicina (HuMed), un caso de éxito de adaptación académica.

Factores para tomar en cuenta

Factores para tomar en cuenta

El programa HuMed está destinado a estudiantes que completan sus estudios en Humanidades o Ciencias Sociales sin necesidad de realizar ningún curso de preparación científica-médica o examen MCAT (Medical College Admission Test). Durante los estudios de Medicina deben completar un periodo de rotación clínica extraordinario durante su tercer año. Tras concluir los estudios, y antes de elegir una especialidad, se les anima a tomar un año libre, que frecuentemente utilizan para formarse en investigación clínica, ayuda humanitaria o servicios a la comunidad.

"Estos estudiantes ayudan a diversificar nuestro cuerpo estudiantil, combinando su perspectiva con nuestros estudiantes de pre-medicina de gran éxito y orientación científica.  La combinación da lugar a una comunidad educativa vibrante y a una experiencia de formación más estimulante".

Dr. Dennis S. Charney, decano de la Icahn School of Medicine

Los resultados indican que los estudiantes HuMed no solo no se encontraban en desventaja respecto a sus compañeros con una preparación pre-médica tradicional, sino que conseguían desarrollar mejores habilidades de comunicación y de exploración física, especialmente en el contexto de la Atención Primaria, hecho este último de gran relevancia por la creciente demanda de estos profesionales.

Mentorización

Cómo potenciar y acompañar para conseguir el éxito

El mentor o tutor es la persona guía del aprendiz. Aquella que conoce sus puntos débiles y sus fortalezas. Los mentores son capaces de despertar la atención y las emociones con el simple hecho de contar su experiencia personal y profesional. No consiste en ser idolatrado, sino en inspirar, sobre todo para estimular la curiosidad como motor de aprendizaje. La clave está en establecer una relación responsable y respetuosa de confianza mutua entre profesor y estudiante. Un mentor nos hace sentir seguridad en nuestro desarrollo sin otorgar privilegios y sin interferir en la libertad de decidir.

Docencia

Docencia

Los propios estudiantes buscan a sus compañeros más veteranos en un ejercicio inconsciente de preparación académica. Este último fenómeno ha tenido tal repercusión que se han creado programas universitarios de mentorización entre el propio alumnado, con muy buenos resultados. En cualquier ámbito de la vida, especialmente el profesional, buscamos la figura de un mentor; el médico residente es un buen ejemplo de ello.

La personalidad de cada estudiante podría, en determinadas circunstancias, relacionarse con sus aspiraciones como profesional de la medicina. Sin embargo, este es un mal planteamiento de base, ya que tanto la inexperiencia clínica como el desconocimiento de las especialidades médicas que irá descubriendo son razón suficiente para que cualquier aspirante a médico, independientemente de la nota media de su expediente, decida cambiar de idea, sorprendernos positivamente o incluso llegar a perderse en el camino. Los mentores académicos tienen el gran poder de pincelar el buen hacer futuro de los profesionales médicos.

Claves para enseñar mejor

Claves para enseñar mejor

¿Hay algo más valioso que esto? ¿Son realmente conscientes los profesionales médicos del impacto que tienen sobre sus estudiantes? ¿Conocen los estudiantes el enorme valor que tiene un simple gesto de aproximación a sus profesores?

Mentorizar es potenciar y acompañar para conseguir el éxito, entendiendo este como un estado de equilibrio entre la adquisición de conocimiento, experiencia clínica y desarrollo personal; los logros académicos y profesionales llegarán simultáneamente si la actitud de los futuros médicos es coherente y generosa y si el guía es capaz de desarrollar el gran potencial de cada uno de sus estudiantes.

Mentor y estudiante están obligados a:

  • Establecer un contacto regular y bien planificado.

  • Definir objetivos claros  no solo de trabajo, sino también de reflexión y de desarrollo personal en el ámbito clínico.

  • facilitar la creación de escenarios adecuados y accesibles.

  • Establecer tiempos para conectar bidireccionalmente.

Pueden plantearse tutorías individuales o grupales, guardias hospitalarias, e-mails o reuniones en la cafetería. Un buen mentor también es aquel que permanece en constante actualización de los nuevos contextos académicos y sociales que viven sus estudiantes, y aprende de ellos y de sus experiencias. No se trata de establecer una relación de amistad (que por otra parte y con el tiempo puede suceder) sino en saber empatizar más allá de las puertas del hospital y lejos de los pacientes.

Burn-out  y depresión

Burn-out y depresión

Burn-out y depresión

En los últimos años se ha hablado mucho del burnout profesional en Ciencias de la Salud, pero también de las altas tasas de depresión y ansiedad de los estudiantes; las exigencias académicas y sociales son cada vez mayores, para profesores y estudiantes. Se sigue evaluando en base a la excelencia académica y otorgando un valor residual a la creatividad, la capacidad de comunicación, el pensamiento (auto-)crítico y la autonomía. Todas estas son habilidades que se exigirán como profesionales y que se deben desarrollar a largo plazo. En este contexto, es imprescindible la (auto-)motivación mantenida en el tiempo y la realidad expuesta por alguien con experiencia.

Vivimos en tiempos en los que es primordial satisfacer nuestros deseos de forma inmediata y de acceder a todo tipo de información desde cualquier lugar, por lo que mantener una motivación constante es una tarea realmente difícil si los resultados se esperan a largo plazo. La paciencia, la constancia y el esfuerzo son pilares en el desarrollo personal de los médicos del futuro, pero también es fundamental disponer de herramientas, en este caso docentes y de estudio, que faciliten el camino y el proceso sea eficiente, para enseñar y aprender mejor.

Memorización a largo plazo

Una propuesta desde la práctica espaciada

Casi de forma instintiva, y muy acertadamente, docentes y estudiantes han asumido que la evaluación formativa es un método de aprendizaje con un impacto y éxito no solo importante, sino también significativo. Esta práctica, basada en la resolución de preguntas similares a las que podremos encontrar en una evaluación final, con o sin comentarios de las respuestas, establece un mapa mental extraordinariamente sólido entre conceptos; pero la técnica debe estar depurada o podríamos caer en errores de concepto de método y los resultados y consecución de objetivos serían óptimos únicamente a corto plazo.

Práctica espaciada

Práctica espaciada

La memorización es clave en el aprendizaje. A diferencia de los procesos de lógica y razonamiento, memorizar no sólo implica desarrollar una capacidad dinámica o funcional con relación a la información que se maneja, sino también recuperar los conceptos y los conocimientos adquiridos, con independencia del tiempo transcurrido. Habremos memorizado de forma correcta si somos capaces de incorporar a nuestra sabiduría y habilidades aquellos elementos que surgen de forma natural y asumimos como saber hacer rutinario. El proceso de asociar y memorizar el color rojo de un lápiz, es exactamente el mismo que el de memorizar un tratado de Medina Interna, la diferencia está en el nivel de complejidad de conceptos. Cómo resolver y asumir esa complejidad es la esencia de un proceso correcto de memorización. Aquí es donde entra en juego la práctica espaciada.

Sistematizar la exposición conceptual

La exposición rutinaria a un elemento facilita que sea asumido. Por ello, repetir sistemáticamente la exposición a un concepto, bien sea en formato pregunta tipo test (autoevaluación: simulacros de examen tipo test) o como una mera afirmación o pregunta de redacción simple (flashcards), es un proceso de optimización del aprendizaje.

Hay tres aspectos que determinan la eficacia de la práctica espaciada:

  • Práctica masiva: implica una exposición aleatoria continua a una inmensa cantidad de conceptos sin una programación temporal coherente que discrimine la frecuencia según la dificultad de los conceptos. Ayuda a memorizar, pero también a olvidar debido al gran volumen de información que manejamos.

  • Familiaridad de conceptos: supone una discriminación en la práctica espaciada en favor de repetir los conceptos más complejos y de mayor dificultad (ante los que nos sentimos más inseguros), frente a aquellos que identificamos como más básicos y fáciles (que damos por sabidos y correctamente memorizados)".

  • Esfuerzo de recuperación: la exposición a información de la que hablamos será óptimamente memorizada, no solo por establecer una frecuencia temporal, sino por hacerlo en el momento adecuado y no de forma inmediata, como ocurriría en una práctica de repetición masiva. Dependiendo de la dificultad de los conceptos estudiados, será más eficaz establecer una frecuencia de exposición que requiera un mayor esfuerzo para recordarlos que si se realiza tras un periodo inferior. Se suele recomendar un periodo máximo de tres semanas para aquellos temas más trabajados o de menor dificultad.

No repetir con exposición adecuada, los conceptos que se consideran fáciles, es un fenómeno frecuente que causa errores inesperados ante escenarios nada complejos en los que los estudiantes se ven involucrados, incluso en los últimos cursos universitarios y comienzo de sus carreras profesionales.

Formas más populares de memorización mediante repetición

Formas más populares de memorización mediante repetición

Por tanto, la puesta en marcha de una práctica espaciada eficaz se asocia a dos herramientas fundamentales en el aprendizaje activo: la evaluación formativa (autoevaluación) y las flashcards (según una periodización dependiente de la dificultad). Es importantísimo conseguir establecer las frecuencias adecuadas de nueva exposición, en sincronización con el plan docente, por lo que es altamente recomendable utilizar plataformas digitales como las que ofrece Elsevier, ya que permiten integrar los conceptos necesarios, la programación dinámica de ejercicios de memorización y la evaluación del rendimiento de los estudiantes

Profundice en la técnica de la práctica espaciada

Estándares para la educación médica en el grado

Diez claves para el futuro

Docencia - Educacion Grado

Docencia - Educacion Grado

1. Cada facultad de Medicina, una vez definida su misión, valores, prioridades y objetivos, así como el perfil que ha de tener el futuro médico, debe diseñar sus contenidos curriculares y su modelo curricular, más apropiado a sus particularidades.

2. Se debe definir un mapa de competencias orientado a proporcionar la formación de médico generalista, habilitando los medios para que el estudiantado las adquiera, y evaluando dicha adquisición.

3. El desarrollo de la Biomedicina y de las ciencias tecnológicas obligan a plantearse nuevos contenidos competenciales y el empleo de nuevas técnicas y recursos educativos, teniendo en cuenta los recursos de cada centro.

4. Es preciso que las competencias transversales (genéricas) ocupen un lugar destacado en el plan de estudios y habilitar las mejores prácticas para su enseñanza-aprendizaje.

5. Por su significado revelador de los valores profesionales, tiene especial relevancia la formación en las áreas del método y razonamiento científico y del método y razonamiento clínico.

6. La evaluación de los resultados del aprendizaje es un elemento clave y debe de estar alineada con los objetivos educativos y promover el aprendizaje. Es preciso adecuar la metodología hacia un modelo de evaluación programática con diversidad de métodos evaluativos, más frecuentes, fiables y válidos.

7. El médico es el profesor más adecuado para una enseñanza de la medicina centrada en el paciente. Es preciso incentivar su incorporación a la carrera docente, tanto a nivel preclínico como clínico, con unos criterios de acreditación acordes con la realidad; garantizando conciliación entre el ámbito asistencial, docente e investigador, así como la adquisición específica de las competencias propias de un profesional de la docencia.

8. Las facultades de Medicina deben acreditar su calidad cumpliendo con los mejores estándares educativos definidos por instituciones nacionales e internacionales.

9. La educación médica aporta una visión continua de la formación del médico: comienza con una enseñanza de calidad en el grado, ayuda a preparar la formación sanitaria especializada y contribuye a un mejor desarrollo profesional continuo.

10. La creación del Área de Conocimiento de Educación Médica, y el desarrollo de Unidades de Educación Médica en los centros, permitirá el desarrollo de formación e investigación en educación médica, y con ello la incorporación de las mayores y mejores prácticas docentes.

Lineamientos extraídos  de la  «Declaración de Málaga, 2022», a iniciativa de la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM) y de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España.