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Práctica espaciada: clave de la memorización a largo plazo

14 de junio de 2023

Por Elsevier Connect

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La memorización es clave en el aprendizaje. No sólo implica desarrollar una capacidad dinámica o funcional con relación a la información que se maneja, sino también recuperar los conceptos y los conocimientos adquiridos, con independencia del tiempo transcurrido.

Casi de forma instintiva, y muy acertadamente, docentes y estudiantes han asumido que la evaluación formativa es un método de aprendizaje con un impacto y éxito no solo importante, sino también significativo. Esta práctica, basada en la resolución de preguntas similares a las que podremos encontrar en una evaluación final, con o sin comentarios de las respuestas, establece un mapa mental extraordinariamente sólido entre conceptos; pero la técnica debe estar depurada o podríamos caer en errores de concepto de método y los resultados y consecución de objetivos serían óptimos únicamente a corto plazo.

La memorización es clave en el aprendizaje. A diferencia de los procesos de lógica y razonamiento, memorizar no sólo implica desarrollar una capacidad dinámica o funcional con relación a la información que se maneja, sino también recuperar los conceptos y los conocimientos adquiridos, con independencia del tiempo transcurrido. Habremos memorizado de forma correcta si somos capaces de incorporar a nuestra sabiduría y habilidades aquellos elementos que surgen de forma natural y asumimos como saber hacer rutinario. El proceso de asociar y memorizar el color rojo de un lápiz, es exactamente el mismo que el de memorizar un tratado de Medina Interna, la diferencia está en el nivel de complejidad de conceptos. Cómo resolver y asumir esa complejidad es la esencia de un proceso correcto de memorización. Aquí es donde entra en juego la práctica espaciada.

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La exposición rutinaria a un elemento facilita que sea asumido. Por ello, repetir sistemáticamente la exposición a un concepto, bien sea en formato pregunta tipo test (autoevaluación: simulacros de examen tipo test) o como una mera afirmación o pregunta de redacción simple (flashcards), es un proceso de optimización del aprendizaje.

Pero hay tres aspectos relacionados que determinan la eficacia de la práctica espaciada:

  • Práctica masiva: implica una exposición aleatoria continua a una inmensa cantidad de conceptos sin una programación temporal coherente que discrimine la frecuencia según la dificultad de los conceptos. Ayuda a memorizar, pero también a olvidar debido al gran volumen de información que manejamos.

  • Familiaridad de conceptos: supone una discriminación en la práctica espaciada en favor de repetir los conceptos más complejos y de mayor dificultad (ante los que nos sentimos más inseguros), frente a aquellos que identificamos como más básicos y fáciles (que damos por sabidos y correctamente memorizados)".  Este fenómeno es causa de errores inesperados e inseguridad ante escenarios nada complejos en los que los estudiantes se ven involucrados, incluso en los últimos cursos universitarios y comienzo de sus carreras profesionales.

  • Esfuerzo de recuperación: la exposición a información de la que hablamos será óptimamente memorizada, no solo por establecer una frecuencia temporal, sino por hacerlo en el momento adecuado y no de forma inmediata, como ocurriría en una práctica de repetición masiva. Dependiendo de la dificultad de los conceptos estudiados, será más eficaz establecer una frecuencia de exposición que requiera un mayor esfuerzo para recordarlos que si se realiza tras un periodo inferior. Se suele recomendar un periodo máximo de tres semanas para aquellos temas más trabajados o de menor dificultad.

Por tanto, la puesta en marcha de una práctica espaciada eficaz se asocia a dos herramientas fundamentales en el aprendizaje activo: la evaluación formativa (autoevaluación) y las flashcards (según una periodización dependiente de la dificultad). Es importantísimo conseguir establecer las frecuencias adecuadas de nueva exposición, en sincronización con el plan docente, por lo que es altamente recomendable utilizar plataformas digitales como las que ofrece Elsevier, ya que permiten integrar los conceptos necesarios, la programación dinámica de ejercicios de memorización y la evaluación del rendimiento de los estudiantes.

Autor: Juan Manuel Quiñonero Rubio