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Principales tejidos diana de las enfermedades víricas

16 de marzo de 2021

Por Elsevier Connect

My Path. Elsevier.  Principales tejidos diana de las enfermedades víricas

Los primeros años de la carrera de Medicina son claves. Por ello te invitamos a formar parte de MyPath Elsevier. Aquí encontrarás cápsulas informativas, talleres impartidos por expertos, guías con las mejores técnicas de estudio o consejos infalibles para cuidar tu salud. Todo lo que necesitas (y algo más) para aprender a trazar tu propio y exitoso camino en la Medicina. ¿Te apuntas?

Para ayudaros en esta tarea, os compartimos un contenido de alto interés: unos apuntes sobre los virus y un visual sobre los principales tejidos diana de las enfermedades víricas. Para ello hemos tomado como referencia una de las 'biblias' de Medicina: Microbiología médica, 8ª edición de Murray, P.R.

Los virus y sus dianas 'favoritas'

Los virus son parásitos intracelulares obligados y deben replicarse en una célula hospedadora apropiada para seguir existiendo. Los virus utilizan la maquinaria bioquímica de la célula para sintetizar sus componentes, y posteriormente estas partes son ensambladas en nuevos virus. En muchos casos, este proceso es letal para la célula. La célula y las respuestas innatas e inmunitarias intentan bloquear la replicación del virus o destruir la célula infectada para evitar la propagación del virus a otras partes del organismo (leer artículo: 'Inmunidad contra los virus y sus mecanismos de evasión'). La mayoría de las infecciones víricas producen síntomas leves o ninguno en absoluto y no requieren un tratamiento intenso. Cuando se presenta la enfermedad, a menudo se debe a la propagación del virus a tejidos importantes y a la destrucción de sus células, bien por la replicación vírica, la inflamación u otras protecciones del hospedador. Además, los virus son inductores excelentes de la producción de interferón y citocinas, lo que produce síntomas sistémicos, incluidos síntomas de tipo gripal. El resfriado común, la gripe, los síndromes seudogripales y la gastroenteritis son enfermedades víricas habituales.

Otras infecciones víricas que afectan a tejidos y órganos esenciales pueden producir enfermedades graves e, incluso, potencialmente mortales. En general, los síntomas y la gravedad de una infección vírica estarán determinados por:

  1. La capacidad del hospedador para evitar la propagación o resolver rápidamente una infección antes de que el virus alcance órganos importantes o provoque daños significativos

  2. La importancia del tejido diana

  3. La virulencia del virus

  4. El grado de inmunopatología inducida en respuesta a la infección

  5. La capacidad del hospedador para reparar el daño causado.

La inmunización por infección previa o vacunación es el mejor método de protección contra las enfermedades víricas. A diferencia de las bacterias, existen relativamente pocas dianas para el desarrollo de fármacos antivirales, pero se dispone de fármacos para tratar infecciones por algunos virus.

Los principales sitios de aparición de una enfermedad vírica son las vías respiratorias, el tubo digestivo, los revestimientos epitelial, mucoso y endotelial de la piel, la boca, el aparato genital, el tejido linfoide, el hígado y otros órganos y el sistema nervioso central (SNC) (ver infografía).

Referencia: Capítulo 38 – 'Papel de los virus en las enfermedades', páginas 384-391. Microbiología médica, 8ª ed. Murray. P.R.

Obra también disponible en ClinicalKey Student, la plataforma de formación interactiva para profesores y estudiantes de Medicina. Saber más: ClinicalKey Student

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