Saltar al contenido principal

Lamentablemente no somos totalmente compatibles con su navegador. Si tiene la opción, actualice a una versión más reciente o utilice Mozilla Firefox, Microsoft Edge, Google Chrome o Safari 14 o posterior. Si no puede y necesita ayuda, envíenos sus comentarios.

Agradeceríamos sus comentarios sobre esta nueva experiencia.Díganos qué piensa(se abre en una nueva pestaña/ventana)

Elsevier
Publique con nosotros
Connect

Inducción al parto: indicaciones y contraindicaciones

18 de septiembre de 2018

Por Elsevier Connect

Inducción al parto

A la hora de realizar esta actuación, generalmente invasiva y que a menudo también provoca molestias, el profesional debe manejarse con tacto y sensibilidad. A través de la segunda edición de Parto(se abre en una nueva pestaña/ventana), volumen 3 de la colección Guías de enfermería obstétrica y materno-infantil Baston, H(se abre en una nueva pestaña/ventana),  repasamos las indicaciones para la inducción y la estimulación del parto, los principios en los que se basan y las posibles consecuencias.

Razones para inducir un parto

Esta seguna edición de Parto (se abre en una nueva pestaña/ventana)pone en relieve las diferentes etapas del parto, así como temas relacionados con él, como evaluación precoz y admisión en el parto; métodos no farmacológicos y farmacológicos para afrontar el parto y el dolor; parto en piscina; parto inducido, cesárea y reparación perineal. Tal y como anunciábamos en la entradilla, tomamos los conocimientos de las reputadas expertas en enfermería materno-infantil que están detrás de este proyecto editorial y apuntamos las cinco razones principales para inducir el parto:

Embarazo prolongado

Un embarazo prolongado es aquel que alcanza la semana 42 de gestación (Jetti et al., 2008) y está relacionado con un incremento del riesgo de muerte intrauterina y neonatal. La clave para el diagnóstico de un embarazo prolongado es una estimación precisa de la edad gestacional, y la mejor forma de determinarla es una ecografía precoz que se ofrecerá a la mujer entre la semana 10 y las 13 semanas y 6 días de embarazo (NICE, 2008). En un amplio análisis retrospectivo sobre el desenlace de los nacimientos y la supervivencia al año (Hilder et al.,1998), se descubrió que el riesgo de muerte intrauterina se multiplica por seis, de 0,35 por cada 1.000 nacimientos totales en la semana 37 de gestación a 2,12 por cada 1.000 nacimientos en la semana 43. Tras la realización de una revisión Cochrane de la evidencia disponible ( Gülmezoglu et al., 2012), se llegó a la conclusión de que la inducción rutinaria del parto después de la semana 41 de gestación reduce las muertes perinatales, la incidencia de aspiración de meconio y la tasa de cesáreas, cuando se la compara con esperar el parto espontáneo. La incidencia de muerte intrauterina en un embarazo a término aumenta con la edad materna, y el riesgo se duplica en las mujeres de 40 años o más (2 por cada 1.000) si se las compara con las mujeres de menos de 35 años (1 por cada 1.000) (R eddy et al., 2006 ). Por tanto, se recomienda la inducción del parto entre las semanas 41 y 42 de gestación ( NICE, 2008 ) y a las 40 semanas en las mujeres de 40 años o más (Royal College of Obstetricians and Gynaecologists, 2013 ).

Indicaciones y contraindicaciones

Patología

Deben sopesarse cuidadosamente los beneficios de la inducción del parto frente a los posibles riesgos. En caso de patología materna o fetal, el resultado puede mejorar si el embarazo se lleva a término rápidamente. No obstante, si se «sospecha» (que no confirma) alteración fetal, no hay datos claros que respalden la intervención y es necesaria una investigación más exhaustiva en esta área (Bond et al., 2015).

Rotura de las membranas

Las directrices del NICE (2014, 2016) recomiendan que se ofrezca la inducción del parto aproximadamente 24 horas después de que se produzca la rotura de las membranas a aquellas mujeres con embarazos a término que presenten rotura prematura de las membranas. Las directrices también establecen que en el caso de que la mujer escoja esperar más de 24 horas, se debe registrar su temperatura cada 4 horas, respetando el sueño, e informar de cualquier cambio en el olor o el color del fl ujo vaginal o de una reducción de los movimientos fetales.

Salud mental

Aunque es poco frecuente, una mujer puede tener tanto miedo al parto que la inducción suponga una alternativa mejor a la intensificación de la ansiedad y la angustia. Esta intervención permite que el parto progrese de una forma más controlada y que sea una matrona conocida la que se encargue de la atención. La atención de la mujer debe planearse en colaboración con el equipo de salud mental, para que pueda llevarse a cabo una valoración psiquiátrica. Las mujeres que presentan ansiedad antes del parto precisan una vigilancia estrecha y un apoyo emocional intenso en el puerperio, ya que tienen mayor probabilidad de que progrese y se convierta en una depresión posparto (Norhayati et al., 2015).

Situación social

En ocasiones, se hace necesario acelerar el parto debido a ciertas circunstancias sociales. Ejemplos de estas situaciones son las parejas de soldados a los que solo se les concede un tiempo determinado de permiso; las mujeres solteras con escaso apoyo de su familia o de sus amigos, para las que se programa el parto con el fin de hacerlo coincidir con los arreglos específicos, o los casos de enfermedad terminal de un familiar o un amigo íntimo. Cada caso debe valorarse de forma individual y se debe informar minuciosamente a la mujer sobre los riesgos asociados. El NICE (2008, 2016) no recomienda que se ofrezca la inducción a petición de la madre de forma rutinaria, pero sí que se contemple después de las 40 semanas.

Conclusiones

El tema de la inducción y estimulación del parto supone un controvertido debate, que se complica ante la diversidad de las posibles vías de actuación. A pesar de las directrices basadas en la evidencia, la práctica sigue difiriendo entre las distintas unidades de maternidad. Las mujeres que se someten a esta intervención deben recibir información sobre cómo evoluciona su parto   y lo que puede pasar a continuación. La atención a la mujer sometida a una inducción o una estimulación del parto supone una excelente oportunidad para desarrollar una relación duradera con la mujer y su acompañante, y proporcionar así una atención continua e individualizada.

Enfermería materno-infantil

Las Guías de enfermería obstétrica y materno-infantil (se abre en una nueva pestaña/ventana)están escritas por destacadas expertas en enfermería materno-infantil. Estas monografías constituyen una práctica fuente de información y reflejan la base de evidencia más reciente para la práctica actual.

Cada volumen se centra en la importancia de la comunicación y la atención actual de la mujer y presenta "escenarios" útiles para fomentar el debate y la reflexión. Sigue un modelo de rompecabezas cuyo objetivo es alentar al lector a explorar la atención de la maternidad desde múltiples perspectivas.

Volumen 1. Bases(se abre en una nueva pestaña/ventana)

Volumen 3. Parto(se abre en una nueva pestaña/ventana)

Volumen 4. Cuidados posnatales(se abre en una nueva pestaña/ventana)

Volumen 5. Lactancia(se abre en una nueva pestaña/ventana)

Profesionales y estudiantes Es una colección ideal para todas las enfermeras especializadas en este campo (matronas), tanto profesionales como en formación, y también es útil para auxiliares que trabajan en el ámbito de la maternidad

Imagen principal:  Despegamiento de las membranas (maniobra de Hamilton). (Tomado de Johnson y Taylor, 2010 (se abre en una nueva pestaña/ventana), con autorización.)

Guía de enfermería obstétrica