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Tipos de inmunidad adaptativa, la respuesta 'mutante' contra la infección

28 de enero de 2020

Por Elsevier Connect

Infografia: Tipos de inmunidad adaptativa

El término inmunidad deriva de la palabra latina immunitas, que se refiere a la protección frente a procesos legales de que disfrutaban los senadores romanos mientras permanecían en el ejercicio de su cargo. Históricamente, el término inmunidad ha hecho referencia a la protección frente a la enfermedad y, de forma más específica, frente a las enfermedades infecciosas. Las células y las moléculas responsables de la inmunidad constituyen el sistema inmunitario. La función fisiológica del sistema inmunitario es la defensa contra los microbios infecciosos; sin embargo, sustancias extrañas no infecciosas y productos de células dañadas pueden desencadenar respuestas inmunitaria (leer Inmunidad contra los virus y sus mecanismos de evasión). La defensa contra los microbios está mediada por las respuestas secuenciales y coordinadas que se denominan inmunidad innata y adaptativa. Inspirados por el must have Inmunología celular y molecular(se abre en una nueva pestaña/ventana), 9ª edición, de. Abbas A. K., hoy nos centramos en las característica de la segunda: definición, propiedades y tipos (ver infografía).

Inmunidad innata y adaptativa

La defensa contra los microbios está mediada por las respuestas secuenciales y coordinadas que se denominan inmunidad innata y adaptativa. La inmunidad innata (también llamada inmunidad natural o nativa ) es esencial para defender contra los microbios en las primeras horas o días siguientes a la infección, antes de que se desarrollen las respuestas inmunitarias adaptativas. Al contrario que la inmunidad innata, hay otras respuestas inmunitarias estimuladas por la exposición a microorganismos infecciosos que aumentan en magnitud y capacidades defensivas con cada exposición sucesiva a un microbio en particular. Debido a que esta forma de inmunidad surge como respuesta a la infección y se adapta a ella, se denomina inmunidad adaptativa (también llamada  inmunidad específica o inmunidad adquirida).

Propiedades

La respuesta inmunitaria adaptativa está mediada por células llamadas linfocitos y sus productos. Los linfocitos expresan receptores muy diversos capaces de reconocer un enorme número de antígenos. Hay dos poblaciones principales de linfocitos, llamados  linfocitos B  y  linfocitos T , que median diferentes tipos de respuestas inmunitarias adaptativas. Primero resumiremos las propiedades importantes del sistema inmunitario adaptativo y después volveremos a los diferentes tipos de respuestas inmunitarias.

Características principales de las respuestas inmunitarias adaptativas:

Las propiedades fundamentales del sistema inmunitario adaptativo reflejan las características de los linfocitos que median estas respuestas.

  • Especificidad y diversidad. Las respuestas inmunitarias son específicas frente a los distintos antígenos y a menudo de diferentes porciones de un solo complejo proteínico, de un polisacárido o de cualquier otra macromolécula.

  • Memoria. La exposición del sistema inmunitario a un antígeno extraño favorece su capacidad para responder de nuevo a ese mismo antígeno. Las respuestas a esta segunda exposición y a las sucesivas, llamadas respuestas inmunitarias secundarias, suelen ser más rápidas, de mayor magnitud y más amplias que la primera respuesta inmunitaria a ese antígeno, o primaria, y a menudo son cualitativamente diferentes.

  • Falta de reactividad frente a lo propio (tolerancia de lo propio). Una de las propiedades más destacadas del sistema inmunitario del sujeto normal es su capacidad para reconocer muchos antígenos extraños (ajenos), responder a ellos y eliminarlos sin reaccionar contra las sustancias antigénicas del mismo individuo (propias). La insensibilidad inmunitaria también se denomina tolerancia

Inmunidad humoral y celular

Existen dos tipos de respuestas inmunitarias adaptativas, llamadas inmunidad humoral e inmunidad celular, en las que intervienen componentes diferentes del sistema inmunitario y que sirven para eliminar microbios de distintos tipos (ver infografía).

La inmunidad humoral cuenta con unas moléculas presentes en la sangre y en las secreciones mucosas, que reciben el nombre de  anticuerpos,  producidas por los linfocitos B. Los anticuerpos reconocen los antígenos microbianos, neutralizan la infecciosidad de los microorganismos y los marcan para su eliminación por los fagocitos y el sistema del complemento. La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa contra los microbios extracelulares y sus toxinas (p. ej., en las luces de los sistemas digestivo y respiratorio y en la sangre) debido a que los anticuerpos secretados pueden unirse a ellos y contribuir a su destrucción.

Por su parte, la inmunidad celular queda a cargo de los  linfocitos T. Muchos microbios son ingeridos por los fagocitos y sobreviven en su interior, y algunos microbios, sobre todo los virus, infectan a varias células del hospedador y se replican en ellas. En estos lugares los microbios son inaccesibles a los anticuerpos circulantes. La defensa contra estas infecciones corresponde a la inmunidad celular, que fomenta la destrucción de los microorganismos residentes en los fagocitos o la eliminación de las células infectadas para suprimir los reservorios de la infección.

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