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Neutralización de los microbios y las toxinas por los anticuerpos

23 de junio de 2020

La inmunidad humoral es el tipo de defensa del anfitrión mediada por los anticuerpos secretados que es necesaria para la protección contra los microbios extracelulares y sus toxinas. Es fundamental, pues, conocer cómo los anticuerpos impiden las infecciones al bloquear la capacidad de los microbios de unirse a las células del anfitrión y de entrar en ellas. Para consolidar estos conocimientos claves en estudiantes o profesionales de Ciencias de la Salud, nos hemos apoyado en un contenido exclusivo de la nueva edición de Inmunología básica: Funciones y trastornos del sistema inmunitario(se abre en una nueva pestaña/ventana), la nueva entrega del "baby Abbas" que cubre la asignatura de una forma concisa y visual.

Neutralización de los microbios y las toxinas

Los anticuerpos se unen a los microbios y bloquean, o neutralizan, su infecciosidad y las interacciones de las toxinas microbianas con las células del anfitrión (infografía).

Los anticuerpos en las secreciones mucosas del intestino y la vía respiratoria bloquean la entrada de los microbios ingeridos e inhalados. Después de que los microbios entran en el anfitrión, usan moléculas en sus envolturas o paredes celulares para unirse y acceder a las células del anfitrión. Los anticuerpos pueden unirse a estas moléculas microbianas de superficie, lo que evita que los microbios infecten a las células del anfitrión. Las vacunas más eficaces de las que disponemos en la actualidad actúan estimulando la producción de anticuerpos neutralizantes que bloqueen la infección inicial. Los microbios capaces de entrar en las células del anfitrión pueden replicarse en su interior y después salir e infectar otras células adyacentes. Los anticuerpos pueden neutralizar los microbios durante su tránsito de una célula a otra y así limitar la propagación de la infección. Si un microbio infeccioso coloniza el anfitrión sus efectos perjudiciales pueden deberse a endotoxinas o exotoxinas, que a menudo se unen a receptores específi cos situados en las células del anfitrión con el fin de mediar sus efectos. Los anticuerpos contra las toxinas impiden la unión de estas últimas a las células del anfi trión y así bloquean los efectos perjudiciales de las toxinas. La demostración por parte de Emil von Behring y Shibasaburo Kitasato de este tipo de protección mediante la administración de anticuerpos contra la toxina diftérica fue la primera constatación formal de la inmunidad terapéutica contra un microbio o su toxina, entonces conocida como sueroterapia, motivo por el que, en 1901, a von Behring se le concedió el que fuera el primer Premio Nobel en Fisiología y Medicina.

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Más información sobre la obra

El valor añadido de Inmunología básica: Funciones y trastornos del sistema inmunitario(se abre en una nueva pestaña/ventana) es que sigue la misma estructura, organización y filosofía del libro de referencia, Abbas, Inmunología celular y molecular cuya 9ª ed. en castellano ha sido publicada en 2018.

Accesible y de fácil comprensión, incluye ilustraciones e imágenes clínicas, útiles tablas y otros prácticos elementos, como cuadros resumen, preguntas de repaso, un completo glosario y casos clínicos para ayudar a los estudiantes a dominar eficazmente esta compleja disciplina.

El contenido en SC.com (se abre en una nueva pestaña/ventana)(en inglés) incluye un conjunto de 11 animaciones de procesos inmunológicos y un banco de preguntas de autoevaluación.

Saber más y/o adquirir la obra