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Digestión y absorción de nutrientes: tubo digestivo

23 de mayo de 2024

Hoy os ofrecemos un contenido exclusivo de la nueva edición Bioquímica médica se abre en una nueva pestaña/ventana, el texto de referencia en la asignatura que, tras más de 20 años en el mercado, sigue siendo el texto de primera elección para el estudiante de Medicina a la hora de enfrentarse con la especialidad.

Apuntes bioquímica: digestión y absorción

Todos los organismos precisan fuentes de energía y otros materiales para hacer posible su funcionamiento y crecimiento. La supervivencia depende de la capacidad de extraer y asimilar nutrientes de los alimentos ingeridos. El tubo digestivo y los órganos asociados funcionalmente con él son los responsables de la digestión y absorción de los alimentos. El epitelio intestinal y las uniones estrechas entre los enterocitos forman una barrera entre el organismo y el ambiente externo. Esta barrera posee capacidades selectivas de absorción y secreción, y también puede convertirse en un escenario de respuestas inmunitarias o autoinmunitarias.

La digestión es el proceso por el cual los alimentos se degradan en componentes lo suficientemente simples como para ser absorbidos en el intestino. La absorción es la captación de los productos de la digestión por las células intestinales (enterocitos) de la luz intestinal y su transporte a la sangre o a la linfa. La digestión y la absorción de nutrientes están estrechamente relacionadas con el sistema nervioso, las hormonas y los factores paracrinos, y son reguladas por estos. La presencia de partículas alimenticias en el tubo digestivo también estimula estos procesos.

📝IMAGEN: La digestión y absorción de los nutrientes requiere la función integrada de varios órganos. El mezclado de los alimentos y el inicio de la digestión tienen lugar en la boca y el estómago. Los procesos de absorción comienzan en el yeyuno. No obstante, la mayoría de los nutrientes se absorben en el íleon. El intestino grueso se dedica a la absorción de agua y electrólitos, y participa en la recirculación de los ácidos biliares al hígado. Cada día, un gran volumen de líquido (10 l, aproximadamente) atraviesa el tubo digestivo. AGL, ácidos grasos libres.

Malabsorción y maldigestión

La absorción y secreción de iones, como sodio, cloro, potasio y bicarbonato, y la absorción de agua son, asimismo, funciones esenciales del tubo digestivo. Por tanto, muchos problemas clínicos asociados con la digestión y absorción están ligados estrechamente a trastornos hidroelectrolíticos.

La alteración de la digestión y absorción da origen a síndromes de maldigestión y malabsorción, respectivamente. Maldigestión significa alteración de la degradación de los nutrientes a sus productos absorbibles. Malabsorción es la alteración de la absorción, captación y transporte de los nutrientes (adecuadamente digeridos).

Los signos clínicos clave de la malabsorción y maldigestión son diarrea, esteatorrea (presencia de grasa excesiva en las heces) y pérdida de peso. Los niños pueden presentar crecimiento insuficiente. Mientras que la diarrea aguda conlleva el riesgo de deshidratación y reducción de electrólitos rápidas, la diarrea crónica se asocia con desnutrición progresiva. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS; 2019), la diarrea es la octava causa de muerte en el mundo. Malabsorción y maldigestión también son las consecuencias posibles de intervenciones quirúrgicas, como gastrectomía, resección de intestino delgado o resección del colon (colectomía).

Función del tubo digestivo

La función global del tubo digestivo consiste en degradar los alimentos en componentes que puedan ser absorbidos y utilizados por el organismo y después excretar el material no absorbible. Sus distintos segmentos anatómicos tienen funciones específicas relacionadas con la digestión y la absorción:

  • La boca, el estómago y el duodeno se ocupan del proceso inicial de mezclar los alimentos ingeridos e iniciar la digestión.

  • En el duodeno, la bilis y las secreciones pancreáticas llegan a través del conducto biliar común.

  • El intestino delgado es el área principal de la digestión: en el yeyuno, los procesos digestivos continúan y se inicia la absorción; sigue en el íleon.

  • El intestino grueso (ciego, colon y recto; principalmente el colon) se dedica a la reabsorción y secreción de electrólitos y agua.

Referencia: capítulo 30 Digestión y absorción de nutrientes: tubo digestivo - Bioquímica médica. Dominiczak, Marek H.; Priest, Matthew; Bioquímica médica se abre en una nueva pestaña/ventana, Capítulo 30, 455-470

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