Día Internacional de la Matrona, atención del parto en pandemia
Spain | 5 de mayo de 2021
Por Elsevier Connect
Todas y cada una de las especialidades médicas han tenido que adaptar su práctica clínica a la COVID-19. El impacto en la atención ha sido mayor o menor en función del contacto físico requerido con el paciente, los recursos, el estado o edad del enfermo o la propia patología. Hoy, 5 de mayo, se celebra el Día Internacional de la Matrona, y hemos querido conocer de la mano de dos expertos cómo ha sido el día a día de esta profesión durante el último año. Sara Cañamero, Matrona y Sexóloga, especialista en suelo pélvico y diástasis abdominal y CEO de MaterNatal se abre en una nueva pestaña/ventana; y Luis Carlos Murillo Valencia, ginecólogo y obstetra, miembro del Comité de Ética de FECOLSOG se abre en una nueva pestaña/ventana (Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología) y docente de la Corporación Universitaria Remington se abre en una nueva pestaña/ventana, repasan enseñanzas, conclusiones y retos de una especialidad que no se concibe sin el ‘piel con piel’.
Enseñanzas
Echando la vista atrás, Sara Cañamero valora lo “mucho que nos ha enseñado la pandemia a todos los niveles. Las matronas estuvimos dando soporte, nos tuvimos que reinventar a marchas forzadas para poder llegar a las mujeres que por las necesidades del momento no pudieron acceder al sistema público. Gracias a las redes, a internet, pudimos ofrecer consultas, preparación al parto, dar información actualizada, sobre el proceso en sí- parto, puerperio, embarazo, sexualidad...- y cómo afectaba la COVID en esos casos en concreto”. Y es que, a pesar de las dificultades, “creo que las matronas hemos roto barreras”.
En Colombia, donde a día de hoy no existe la partería profesional o matrona, la atención del parto la realiza el médico general o el obstetra. Luis Carlos Murillo es uno de estos médicos especialistas en Ginecología y Obstetricia. Para él, “la enseñanza personal más relevante que me llevo de este último año tiene que ver con el autocuidado propio y de las pacientes. En los entornos sanitarios es común bajar la guardia con la bioseguridad. Ahora veo más conciencia de ello en el entorno de la atención en salud. Aparte de las medidas sugeridas por las autoridades, como el uso de mascarillas, protección ocular y ropa adecuada, resalto la higienización de manos como una estrategia de seguridad del paciente, atención óptima y prevención de transmisión de muchos patógenos, no solo la COVID, en los ambientes hospitalarios”.
Día a día de un parto en pandemia
La COVID nos ha obligado a “reinventarnos”, asegura Sara Cañamero, “pero no hemos dejado a las mujeres de lado, hemos estado. Es cierto que muchas situaciones requieren de presencialidad- como es una valoración postparto, lactancias... Pero otras pueden hacerse en la distancia, como resolución de dudas, seguimientos o preparación al parto”. Luis Carlos Murillo tampoco ha sido ajeno a las dificultades a la hora de desarrollar la atención previa al parto: “El giro de la atención presencial a la telemedicina implica retos importantes. Para el seguimiento de la materna es muy importante partes del examen físico como la toma de la presión arterial, el peso, la medida de la altura uterina y esto generalmente, no se puede hacer en una teleconsulta”.
"Fue muy duro para las matronas y las mujeres enfrentarse a uno de los momentos más especiales de sus vidas con tanto miedo y desconcierto"
En cuanto al momento culmen de todo el proceso, el parto, tal y como en cualquier proceso hospitalario, en plena ola, durante el colapso hospitalario “fue muy duro para las matronas y las mujeres enfrentarse a uno de los momentos más especiales de sus vidas con tanto miedo y desconcierto. Fue un verdadero reto para las matronas trabajar en esas condiciones, humanizar lo desconocido, aportar un poco de ternura (siempre con profesionalidad y evidencia) en un entorno colapsado”, afirma Sara Cañamero.
Luis Carlos Murillo asegura que con la atención al parto “vino cierta paranoia al comprender que el segundo período del parto o expulsivo era generador de aerosoles altamente transmisibles. Esto, unido al hecho de que la gran mayoría de infectados son asintomáticos y pasan desapercibidos y la incertidumbre del contagio del recién nacido durante el puerperio y sus potenciales consecuencias”.
Reconocimiento y retos de futuro
Si bien la pandemia, desde sus primeros pasos, sirvió para reivindicar la labor de los millones de profesionales sanitarios en todo el mundo, tanto Sara Cañamero como Luis Carlos Murillo consideran que no ha elevado el estatus o reconocimiento social hacia su profesión: “Siempre ha tenido un reconocimiento especial en la sociedad. Al fin y al cabo, significa la culminación de una espera de 9 meses de cierta ansiedad que culmina con la felicidad de una familia que atestigua la llegada de un nuevo miembro”, asegura el propio Dr. Murillo. Sin embargo, “lo que sí que se ha evidenciado con esta pandemia es más aún, si cabe, la carencia de matronas en el sistema público de salud. La necesidad de nuestra profesión y labor para la mujer, el recién nacido y la sociedad. Se necesita más personal, y una mejor ubicación de las matronas en diferentes áreas del sistema sanitario”, apunta Sara Cañamero.
La COVID ha desnudado la necesidades y fortalezas de los sistemas de salud a nivel mundial. Los profesionales de la Obstetricia también han aprovechado para hacer examen y marcar los retos de mejora y desarrollo. El Dr. Murillo apunta tres muy claros para los próximos años:
Enfatizar el concepto de seguridad del paciente, no solo desde el punto de vista infeccioso, sino en general.
Trabajar la educación de los pacientes tanto de manera individual como colectiva, con fuentes científicas, en cada consulta o usando los diferentes canales mediáticos modernos
Garantizar el acceso de las poblaciones más vulnerables a servicios de salud de alta calidad
Dar visibilidad a la matrona es otro gran reto. Sara Cañamero, junto un grupo grande de compañeras, se propusieron el pasado mes de abril invadir las redes bajo el lema #invierteenmatronas. “Hemos estado recalcando la relevancia que tiene nuestra profesión, cómo podemos dar respuesta, asistencia, acompañamiento en todos los procesos y momentos vitales de la mujer: desde la menarquía hasta la menopausia, embarazo, parto, fertilidad, postparto, lactancia, sexualidad, suelo pélvico y un larguísimo etcétera. Tenemos que conseguir que la sociedad nos reclame, que las mujeres demanden nuestros servicios; que conozcan todas nuestras competencias y que sepan cuándo acudir a nosotras”.
También te puede interesar
Manejo del parto, el puerperio y la lactancia en mujeres positivas para SARS-CoV-2
Y un año después, ¿estamos preparados para la COVID?
Recomendaciones para el manejo del recién nacido en relación con la infección por SARS-CoV-2