Obesidad. Clasificación y factores ambientales y fármacos que la favorecen

A lo largo de este 15 de mayo se celebra el Día Europeo contra la Obesidad. Hablamos de un "trastorno nutricional, directa o indirectamente responsable de una parte importante del costo sanitario. Además, no es frecuente que los médicos utilicen los enfoques terapéuticos más seguros (cambio integral del estilo de vida y modificación de la conducta), que requieren entrenamiento y tiempo para su implantación", tal y como destaca la última edición de Goldman-Cecil. Tratado de medicina interna(se abre en una nueva pestaña/ventana). Hoy, precisamente, nos hemos querido apoyar en esta obra, que suma más de 90 años siendo referencia mundial para profesionales, para aportar más información sobre este trastorno y, compartiendo contenido exclusivo de la misma, definir una clasificación del mismo; recogiendo, además los factores ambientales y fármacos que la favorecen.

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Cómo se define

La Guideline for the Management of Overweight and Obesity in Adults(se abre en una nueva pestaña/ventana), publicada por los National Institutes of Health y el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI), y difundida por el American College of Cardiology (ACC), la American Heart Association (AHA) y The Obesity Society (TOS), proporciona recomendaciones científicas basadas en la evidencia sobre la evaluación y tratamiento del sobrepeso y la obesidad.

El índice de masa corporal (IMC) continúa siendo el método recomendado para clasificar el peso con relación a la talla en los adultos. El IMC se calcula dividiendo el peso (en kilogramos) entre la talla al cuadrado (en metros):

La directriz no recomendaba cambios en la clasificación del peso según el IMC, que se resume en la imagen de abajo. Los sujetos con sobrepeso (IMC de 25 a 29,9) no siempre tienen exceso de grasa; algunos adultos con «sobrepeso» tienen una mayor masa muscular, lo cual es una observación clínica directa.

Aunque en general el riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con el exceso de tejido adiposo aumenta de forma continua una vez que el IMC supera el valor de 25, en la nueva directriz se recomienda la medida de la circunferencia de la cintura para seleccionar a los pacientes que requieren un estudio más minucioso. Los pacientes con sobrepeso u obesidad de clase I y una circunferencia de cintura en la categoría de alto riesgo han de ser informados sobre cuestiones relacionadas con el estilo de vida que puedan mejorar su salud y ayudarles a perder peso.

Algunos individuos con un IMC comprendido entre 27 y 29,9 desarrollan complicaciones metabólicas graves que mejoran al perder peso, y pueden ser tratados de forma más agresiva de lo normal, incluyendo la posibilidad de administrar fármacos si se considera justificado.

La obesidad se divide en tres clases que también dependen del IMC (ver imagen superior). Las estrategias terapéuticas que se utilizan en el sobrepeso y en los distintos grados de obesidad pueden ser diferentes. Las directrices actuales de la Food and Drug Administration (se abre en una nueva pestaña/ventana)(FDA) indican que la farmacoterapia puede ser un tratamiento complementario en cualquier clase de obesidad, incluso aunque no existan complicaciones médicas. Es importante estar familiarizado con las directrices. Los organismos supervisores y los seguros las utilizan para determinar quién es elegible para el tratamiento. La obesidad de clase III (IMC  >  40) es una de las características que hacen que se considere a un paciente candidato a la cirugía bariátrica cuando el tratamiento médico fracasa. En los enfermos con obesidad de clase II (IMC, 35-39,9) puede plantearse la cirugía bariátrica cuando el tratamiento médico fracasa y existen complicaciones graves, potencialmente mortales.

Causas secundarias

Diversas medicaciones producen ganancia de peso en algunos o en la mayoría de los pacientes a los que se prescriben. El conocimiento de los fármacos que pueden producir este efecto puede facilitar el tratamiento para la pérdida de peso en algunos casos. La imagen de abajo recoge varios de los medicamentos que se asocian a ganancia de peso y los tratamientos alternativos, si los hay, para la enfermedad en cuestión.

Prevención

El espectacular aumento de la prevalencia de la obesidad en las últimas décadas indica claramente la necesidad de disponer de las estrategias preventivas. Las estrategias de salud pública que insisten en la educación han sido casi siempre insatisfactorias en lo que se refiere tanto a la prevención de la ganancia de peso como a la pérdida de peso. En este sentido, son más eficaces las estrategias de salud pública que prácticamente imponen los cambios de conducta. A menos que se hagan esfuerzos generalizados para combatir el problema de la obesidad, es probable que su prevalencia y sus complicaciones se conviertan en un problema sanitario cada vez más importante.

Referencias: Sección XVIII. Enfermedades nutricionales, páginas 1420-1429.  Goldman-Cecil. Tratado de medicina interna(se abre en una nueva pestaña/ventana) 26ª edición.

'Goldman-Cecil. Tratado de medicina interna'